Se trata de un trastorno parafuncional de apretamiento o rechinamiento de los dientes. Normalmente se realiza de forma inconsciente y puede producirse tanto de día como de noche.
Esta fuerza excesiva tiene una serie de consecuencias a nivel dentario, pero también causa problemas en la articulación temporomandibular (ATM) y en los músculos masticatorios:
- Erosiones y facetas de desgaste en los dientes, pudiendo ocasionar dolor o sensibilidad al frío o al calor. Además este desgaste progresivo de los dientes va cambiando la mordida afectando no sólo a la estética, sino también a la función masticatoria.
- Pérdida de soporte óseo y retracción de la encía.
- Dolor muscular, cervicales, oídos y cabeza.
- Chasquidos y ruidos articulares debido al desgaste progresivo del menisco articular.
Para el tratamiento del bruxismo es necesario un correcto análisis y ajuste de la mordida, y la colocación de una férula de descarga.
Esta férula consiste en una fina prótesis de resina trasparente hecha a medida, que se coloca ajustada entre las arcadas dentarias. Con ella conseguimos estabilizar la mandíbula y la ATM, relajar los músculos recuperando el tono muscular fisiológico, impide el desgaste dentario y distribuye las fuerzas de masticación por toda la arcada evitando las sobrecargas oclusales.
Hay que tener en cuenta que en este trastorno juega un papel importe el estrés o ansiedad, por lo que el tratamiento con férulas suele combinarse con ejercicios de relajación o incluso fisioterapia.